Con el fin de complementar la última publicación donde revisamos las preocupaciones de los empresarios colombianos en el año 1830 frente a una nueva era de comercio exterior con las potencias europeas, comparto un extracto del artículo publicado por Ivanov Russi Urbano en la página web de la Universidad Sergio Arboleda titulado “ El TLC y su Impacto Socioeconómico”, donde aborda los problemas que la firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos podría traer para los sectores productivos.
La idea de estas publicaciones no es criticar el TLC con Estados Unidos (que en mi opinión es una gran oportunidad para ambos países) sino revisar que tanto han cambiado las preocupaciones del empresariado colombiano en los últimos 200 años. Que tanto ha hecho el gobierno por atender las cuestiones que para los sectores productivos significan valor agregado y posibilidad del negocio resultando en crecimiento económico para el país.
La idea es que los lectores tengan estos artículos a su disposición para que formen sus propias opiniones de una manera crítica dejando a un lado las inclinaciones políticas.
“Vistos los impactos positivos, pasemos ahora a los negativos. Entre ellos encontramos:
La idea de estas publicaciones no es criticar el TLC con Estados Unidos (que en mi opinión es una gran oportunidad para ambos países) sino revisar que tanto han cambiado las preocupaciones del empresariado colombiano en los últimos 200 años. Que tanto ha hecho el gobierno por atender las cuestiones que para los sectores productivos significan valor agregado y posibilidad del negocio resultando en crecimiento económico para el país.
La idea es que los lectores tengan estos artículos a su disposición para que formen sus propias opiniones de una manera crítica dejando a un lado las inclinaciones políticas.
“Vistos los impactos positivos, pasemos ahora a los negativos. Entre ellos encontramos:
1. El ingreso de algunos bienes industriales norteamericanos a nuestro mercado frente a los cuales tendríamos una competitividad nula (aunque vale la pena aclarar que existe un alto grado de complementariedad entre los 2 países y por ello me atrevería a decir que no mas de un 3 o un 4 por ciento de la estructura productiva nacional sufriría de este problema)
2. El acceso de las empresas norteamericanas a las compras de nuestro sector publico. En este punto soy particularmente negativo debido a que las empresas de EEUU son mucho mayores a las colombianas y son capaces de generar grandes economías de escala, por lo cual, en una licitación abierta, difícilmente se les podría competir en precio y en muchos casos en calidad.
3. El eventualmente someternos a fuertes sanciones económicas y comerciales por incumplir la legislación laboral y generar dumping social. (En lo personal no considero este punto negativo ya que va a forzar a las empresas del país a respetar los derechos de sindicalización y los derechos humanos y laborales en general).
4. La posibilidad de comprar varios tipos de seguros a compañías norteamericanas se puede convertir en un problema para las instituciones financieras y compañías del sector y en un factor de inestabilidad para el país. En este tema han expresado sus reservas personas como Juan Camilo Ochoa de Suramericana y recientemente el ex presidente Ernesto Samper en la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores.
5. El endurecimiento de las normas de propiedad intelectual sin duda representaran el mayor costo económico en este Tratado. En un reciente estudio de la OPS –descalificado por el Gobierno Nacional- se estimó en 400 millones de dólares el costo económico de prolongar la protección de las patentes en solo el sector farmacéutico. Además, se estimo que el aumentar el espectro de patentabilidad generaría un costo para la población de 1200 millones de dólares. A todo eso tendríamos que sumarle el costo de la prolongación de la protección de las patentes, derechos de autor y similares, en los otros sectores productivos. La cifra, si bien es muy difícil de cuantificar, no debe generarnos dudas sobre el alto impacto que tendrá en la población colombiana.
6. En el tema de las telecomunicaciones, Eduardo Pizano, como vocero de las compañías del sector, ha expresado múltiples reservas en temas como el uso de las redes por parte de privados, el trafico de llamadas internacionales y la prestación transfronteriza del servicio, entre otros, los cuales pueden conllevar problemas para compañías como EPM, ETB y Telecom, de las cuales los colombianos somos dueños y posibles damnificados.
7. Finalmente, por el lado de los ingresos tributarios aun no se tiene claridad sobre que podría suceder. El DNP estima que con la disminución de los aranceles el fisco nacional tendría una perdida de 600 millones de dólares lo cual parecería a todas luces negativo dada la actual situación de déficit fiscal, pero el CIDE estima que lo que se perdería por concepto arancelario se recuperaría vía IVA e impuesto de renta –sin necesidad de aumentar la tasa impositiva- como producto de un mayor dinamismo en la economía, un creciente intercambio comercial y unas mayores tasas de crecimiento.”
Fuente:
http://www.usergioarboleda.edu.co/tlc/tlc_analisis_impacto.htm#*
Sobre el autor:
Ex funcionario de la Gerencia de Acuerdos Comerciales de Antioquia. Ponente en varios seminarios acerca del TLC. Autor del libro "El Pasado, el Presente y el Futuro vistos por Apolinar Díaz Callejas". Ha publicado varios artículos en periódicos como: El Espectador; El Siglo de Panamá; El Heraldo; El Universal y El Catolicismo, entre otros. Además, ha sido tema de varias columnas y artículos en: El Tiempo; El Siglo de Panamá; Portafolio; El Heraldo; El Universal; El Tabloide de Tuluá y El Periódico de Buga
Fuente:
http://www.usergioarboleda.edu.co/tlc/tlc_analisis_impacto.htm#*
Sobre el autor:
Ex funcionario de la Gerencia de Acuerdos Comerciales de Antioquia. Ponente en varios seminarios acerca del TLC. Autor del libro "El Pasado, el Presente y el Futuro vistos por Apolinar Díaz Callejas". Ha publicado varios artículos en periódicos como: El Espectador; El Siglo de Panamá; El Heraldo; El Universal y El Catolicismo, entre otros. Además, ha sido tema de varias columnas y artículos en: El Tiempo; El Siglo de Panamá; Portafolio; El Heraldo; El Universal; El Tabloide de Tuluá y El Periódico de Buga